Que apasionante y complicada se vuelve
la vida en ciertos momentos. Si me pongo a pensar en los recuerdos más
pasionales que conservo en mi memoria, se me vienen los momentos en que los
factores adversos que me rodeaban significaban absolutamente nada en
comparación con la fuerza que me propulsaba a lograr la meta que me había impuesto
alcanzar por sobre ellos. Sabía que debía pasar por una serie de pruebas de
fuego, que no iba a ser fácil siendo yo tan joven e inexperto, pero estaba dispuesto
a enfrentarme a lo que fuera con tal de lograrlo; pasase lo que pasase, no
lograrían doblegarme nunca porque mi armadura era de hierro. Pero no pasó nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario