Ir mal dormido te atonta, te lleva en
velocidad crucero directo hacia el abismo. Todo lo que ocurre a tu alrededor te
importa un carajo porque no lo entendés desde hace días; se te acaba el aire,
se te aflojan las rodillas al deslizarte por la casa, todos los sabores de tu
boca te repugnan aún más que los olores fríos del pasillo y los tostados y
lácteos de la cocina. Sentís que vas oprimido como con una pesada morsa de
gasista ajustándote las sienes, estrujándote el habla y cualquier
discernimiento o mínima acción. Te levantaste sin saber la hora ni como pudiste
hacerlo, te quedás viendo tu primer reflejo de muerto a escobazos por varios
minutos en el baño, las pesadas ojeras y las húmedas pestañas te espantan, la
piel lechugosa que estira tu cara, mortecina, seca, mal afeitada, transparenta
algunas venas azuladas que no laten, a tus pies los sentís fríos y húmedos, a
las manos como truchas, el mínimo roce de aire te estremece la desnuda carne
ultrasensible. Te preparás como podés el desayuno, te vestís con lo que se te
cruza primero y tarde salís a la calle para ir a encarar el fango de la urbe una
vez más. De primera mano el frío de Diciembre te corta la cara de un bofetazo,
se te nubla la vista por el bruto espasmo, se te contrae el abdomen de un
retorcijón tibio que irritado se te escapa materializado en vapor desde el culo,
buscás a tientas los cigarrillos en la campera y de la primera seca que le das
a uno casi te desmayás, tambaleás un poco (puede que algún peatón se asuste si
semejante imagen se interpone entre el chat y su destino negro), pero seguís
adelante, caminando en una nube hacia la boca del metro, muy alterado, como
sumido en un grave estado de falta mental, a evidente causa de la paranoia insomne
y de los ruidos molestos de la ciudad en la hora pico, que te sacuden los abotargados
nervios en carne viva provocándote vértigos y serias contracturas en las
malheridas cervicales; te duele mucho la cabeza, tosés y parece que las
entrañas se te salen de una arcada vacía. Te dan escalofríos, te pican mucho
los ojos, y la cabeza, que parece laguna, automática y boba, te retumba hueca,
separada de los hombros y muy detrás de tu despojo de cuerpo. No podés hablar y
nadie se atreve a hacerlo, preferís la soledad, meterte en tu mundo, hablar con
vos mismo en tu lengua indescifrable, ver las estrellas de mil colores que te
nublan a tu modo, apretar el play y que la música te vaya colocando cada pieza
del armatoste muy de poco a poco en su sitio para que te sea mas llevadero el
día de mierda que te espera.
Mostrando entradas con la etiqueta señor bertolo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta señor bertolo. Mostrar todas las entradas
29 de diciembre de 2012
25 de octubre de 2012
Entrevista de trabajo
-Señor Bertolo,
según este perfil que nos ha enviado, usted es uno de los más capacitados para
formar parte de nuestra empresa. Como usted bien debe saber, nos esperan
grandes logros a concretar y un largo período de pruebas y entrenamiento
adecuados para alcanzar nuestro objetivo dentro de un alcance estipulado de
corto a mediano plazo, por lo cual requeriremos su compromiso casi de manera
constante y permanente durante el mismo. Está usted casado, sin hijos, sus
análisis de orina y sangre demuestran una salud de hierro y el psicotécnico
resume una más que satisfactoria salud mental. Aquí también dice que usted
habla cinco idiomas, tiene dos másteres en comunicación, ejercita físicamente
dos horas todos los días, es devoto católico practicante, dispone de transporte
propio y es donante de sangre. No fuma ni se deja crecer el vello en el pecho.
Señor Bertolo, usted casi roza la perfección. Es un joven muy prometedor. Es
casi un honor disponer de sus servicios en ésta nueva empresa... Y... dígame...
¿de dónde es usted original? ¿Donde ha nacido? Cuénteme más de usted por favor.
Supongo, por su perfil y condiciones, será un español de pura cepa, de esos que
ya no abundan por aquí... Venga, cuénteme...
-Sho... sho soy argentino originalmente. Del
interior. De un pueblito de campo a unos 150 km de Buenos Aires. Vacas y campos
sembrados hasta el infinito, usted sabe. De largos y polvorientos veranos,
fríos y artríticos inviernos húmedos. Vine acá a España hushendo del corralito
y todavía sigo mandándole plata a mis viejos... Pobres... Para que terminen de
pagar las cuotas de la casa y para que mis 5 hermanos puedan terminar el
colegio. Necesito mucho este empleo para renovar el permiso de estancia. Me
reclaman un contrato como requisito exclushente, sino tendré que volver sin
más, cosa que no quiero hacer. Mis viejos se han esforzado mucho en mi
educación pagándola casi con sangre y me ha costado mucho dejarlos para
adaptarme a este país. Lo que no me costó mucho, salvo al principio como a
todos los que venimos de afuera. Hace sha 10 años que vivo acá en este bendito
país. Y le aseguro que a estas alturas, después de tantos años de esfuerzo y
dedicación en la adaptación lo he shegado a respetar y querer tanto como al
mío. Le aseguro, cabashero, que aportaré a la empresa todo mi mashor potencial
al 150%, no se verá usted defraudado en ningún momento, y....
-Aaaahhh.... pero usted es ARGENTINO.... En
ese caso lo siento mucho, amigo. No hubiésemos perdido tanto tiempo si usted lo
hubiese apuntado en su perfil y mi secretaria lo hubiese sabido desde un
comienzo. Vaya, vaya, vaya… Mi tiempo y el de la empresa cuestan oro y tengo
una gran lista de espera por entrevistar; aparte de una importantísima junta
directiva dentro de una hora donde debo comunicar mis avances. Menos mal que lo
he calado en su engaño sin haber llegado a mayores compromisos. Estoy
totalmente de acuerdo con que todo el mundo tiene derecho a cumplir su sueño de
progresar y de vivir en una sociedad civilizada, como Dios manda. Pero de ésta
manera no, amigo... No mintiendo. No se imagina lo decepcionado y engañado que me
siento en este momento. De todas formas, para que vea lo humanos que somos por aquí, le
voy a dar una segunda oportunidad, lo derivo a la oficina de la empresa que nos
suministra el servicio de limpieza nocturna. Conozco al encargado, es un buen
español. Tal vez ellos lo puedan ayudar si tiene suerte. Vaya con mi tarjeta personal,
que le dará mi secretaria al salir, y
dígales que va de mi parte. Está justo al final del pasillo del 5to subsuelo,
justo al lado, si mal no recuerdo, de los contenedores de residuos radioactivos
y la jaula donde encerramos a los pastores alemanes... Seguro no se perderá por
el camino, es bien fácil de orientarse ahí abajo, hay carteles orientativos con
grandes letras de molde. Pero por favor... como un consejo se lo digo... y
fíjese lo considerado que soy aconsejándole después de usted haberme mentido
tan descaradamente...: trate de no engañar más en sus entrevistas y redacte un
perfil sincero si realmente quiere llegar lejos en esta sociedad... Es
decepcionante el haberme visto engañado por una patraña como la que usted ha
perpetrado. Nos ha engañado tanto a mí como a la empresa... Hágame el favor de
retirarse... Que falta de vergüenza...
-Pero si no le mentí....
-Seguridad....!!!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)