La primera vez que escuché a los Clash lo
hice de un cassette. La primera vez que escuché a los Clash tenía pelo y me
gustaba faltar mucho al colegio. La primera vez que escuché a los Clash no
entendía nada de nada de nada. La primera vez que escuché a los Clash todas las
minitas me parecían cogibles.
La última vez que escucho a los Clash lo
hago como un monógamo y felizmente casado hijo de buena madre. La última vez
que escucho a los Clash me recuerda a cuando no entendía nada, y me hace
reflexionar en que sigo aún sin entender nada y tan pancho. La última vez que
escucho a los Clash lo hago de un aparato de mierda que no levanta el volumen
de mi Noblex doble casetera ni a palos. La última vez que escucho a los Clash
me doy cuenta de que mi flequillo ha desaparecido por completo y, sobre todo,
de que más vale termine pronto de escribir toda esta mierda sino a mí mañana no
me levanta nadie a laburar para pagar las cuentas de la tarjeta y la hipoteca.
¿Bailás?
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