11 de marzo de 2013

Primera y última vez que escucho a los Clash


  La primera vez que escuché a los Clash lo hice de un cassette. La primera vez que escuché a los Clash tenía pelo y me gustaba faltar mucho al colegio. La primera vez que escuché a los Clash no entendía nada de nada de nada. La primera vez que escuché a los Clash todas las minitas me parecían cogibles.

  La última vez que escucho a los Clash lo hago como un monógamo y felizmente casado hijo de buena madre. La última vez que escucho a los Clash me recuerda a cuando no entendía nada, y me hace reflexionar en que sigo aún sin entender nada y tan pancho. La última vez que escucho a los Clash lo hago de un aparato de mierda que no levanta el volumen de mi Noblex doble casetera ni a palos. La última vez que escucho a los Clash me doy cuenta de que mi flequillo ha desaparecido por completo y, sobre todo, de que más vale termine pronto de escribir toda esta mierda sino a mí mañana no me levanta nadie a laburar para pagar las cuentas de la tarjeta y la hipoteca. ¿Bailás?