5 de diciembre de 2012

Ricardo de Laferrere



-hola doc
-si, ¿quien es? ¿quien es el que tenemos del otro lado? dime tu nombre
-ricardo-

-de donde llamas, ricardo?

-de laferrere
-ricardo de laferrere, dime cual es tu pregunta y te la responderé al aire-

-mire, doc, tengo 41 años, vivo con mi pareja y quiero saber si es que afecta a mi desempeño sexual la crisis económica, usted sabe, el stress y los problemas familiares. si es la causa de mi impotencia sexual.
-mira ricardo, la crisis económica, si se vive de forma personal, afecta profundamente al sexo, porque genera stress, que como ya sabes, es el mayor enemigo de la lívido, del deseo sexual. ¿se estimulan mutuamente tú y tu mujer?

-a veces, es que disponemos de muy poco tiempo que podamos estar a solas y preferimos ir al grano, nada que dure más de cinco o diez minutos; lo que me dure la erección. y eso pasa las veces que nos dan ganas a ambos, que son pocas, sabe.
-muy mal, Ricardo.  para estimular el deseo lo primero que recomiendo es estar feliz, relajados y tranquilos. lo segundo es dejar la cabeza y las preocupaciones fuera de la habitación

-pero doc, me es imposible despejar la mente. estamos muy mal, tenemos muchas deudas. ¿como se puede aumentar la libido de un hombre en los tiempos que corren? trabajo mucho, vivo con mis suegros, me es imposible…

(se oye algo de estática en el éter radial mientras la doctora Motherfucker piensa en el consejo que le dará a Ricardo de laferrere, 41 años, impotente a causa del estrés que le provocan las deudas y tener que convivir con la familia de su esposa porque los han deshauciado; desesperado por poder contrarrestar ese grave problema de inanición, que lo tiene al borde del divorcio  por llevar a cuestas una vida sexual casi inexistente y unas rutinas demoledoras y cansinas que lo anulan, día tras día, y noche tras noche, desde hace seis meses para siete)
-creo que los dos tenéis falta de deseo y lo que tenéis que hacer es dejar de tener relaciones sexuales por un tiempo, tal vez la abstinencia sexual les despierte la necesidad de encontrar, juntos, otros modos de amarse. dime, Ricardo, ¿tomas vigorizantes? ¿viagra o levitra?

-no, no, mire, mi dieta diaria de pastillas consiste solo en un multicentrum cada mañana después del desayuno, un protector gástrico antes de las comidas y mi dosis prescripta de dos valiums, uno por la mañana antes de entrar a la oficina, y otro, que tomo a media tarde acompañando una pinta de Guinness y el periódico deportivo del día. aparte de eso, no consumo ninguna otra cosa.

-y dime, ¿han probado con masajes sexuales? Sabes de los que te hablo ¿de los prostáticos o los clitoroidales?
-no, ¿prostáticos?

(ufffff… pensó la doctora Motherfucker, otro giliposhas)
-dime Ricardo, ¿han comprado tu mujer y tú mi último libro?  ¿”pirulos y argollas para dummies”? En el me explayo mucho sobre este tema en particular. Sobre todo en la anatomía específica de las zonas erógenas, las localizaciones exactas de los puntos G y distintos modos de práctica y empleo de los masajes.

-si, mi mujer lo compró la semana pasada y vamos leyendo el segundo capítulo, pero todavía no se me pone dura, doc
- ¿tienes el libro a mano….?

-si, lo tengo sobre la mesa, mi mujer está sentada al lado mío y me lo alcanza
-mira, ve al apartado de anatomía que compone el capítulo 9…

-…si
-hay varios gráficos…

-si…
-fíjate en donde se muestra el pene y todas las partes del sistema reproductor masculino, como abierto de piernas.

-si
-y dime, Ricardo,  ese territorio inhóspito marcado con un largo corchete que nace desde el último pliegue de los escrotos y muere en el mismo borde del ano, ¿como se llama? Lo dice.

-ROCANRROLL-
-pues ahí, ahí mismo dile a tu mujer que te masajee.

 

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