Rompa todos los espejos de su casa en señal
de protesta, mire vagamente el contenido de su billetera y salga de una buena
vez a encarar el patio. Cante mientras va acomodándose las gafas de sol si hace
veranito. Acompañe sus pasos hasta la máquina expendedora de la t-10 entonando
alguna canción del top 40 que le suene. Inténtelo con la última de Miguel Bosé,
por ejemplo. Escúchese por dentro, sienta su aliento fluir en sus pulmones, en
su tráquea. Si oye a su paso (pero esto ocurrirá después) el martilleo de las máquinas
neumáticas destrozándolo todo, o el angustioso traqueteo en el asfalto de los
caballos metálicos manejados por insomnes hombres bala, que van con la única
necesidad imperiosa de atravesar la ciudad de punta a punta para llegar a
tiempo en algún lugar del tiempo, creo afirmativamente, que si lo siente usted
a todo eso, estará bien encaminado. Y mismo se lo aseguro también si oye un
raspón en el paladar al ver la cifra a pagar en la pantalla táctil del aparato
vende-boletos, o un amor en cada esquina chascando la lengua en son de guerra,
una línea de ajos secándose bajo el sol de Mayo o la mala saña de las palomas
nucleares. Creo que después de todo, usted está vivo en toda regla. No cabrán
dudas al respecto. Después de haber
controlado sus temblorosas rodillas al darse cuenta que debe viajar porque está
vivo, compre la t-10, y por favor, no la malgaste viajando en tranvía, mejor
utilice el autobús y deje en paz también al metro, que no lo llevan a ninguna
parte a uno con tantas confusas e interminables combinaciones. En el autobús, y
sobre todo si por acción de las casualidades es el 41 el que diariamente toma
para dirigirse al trabajo, préstele usted especial atención al hijo de re mil
puta que conduce el bólido que sale de
terminal Plaça Francesc Maciá a las 13: 35. Es un pederasta y violador de
ancianas. Lo se de buena fuente.
26 de septiembre de 2012
24 de septiembre de 2012
This machine kills fascists
![]() |
woodie´s boogie |
no me
malinterpretes, respeto mucho a los cantautores de los 60 y de los 70, los
admiro y les debo gran respeto. como no hacerlo. había que tener un buen par de
huevos para pararse frente a un auditorio en malas épocas políticas empuñando
solo una guitarra acústica amplificada con micrófonos de aire y cantando
metafóricamente acerca de las mieles de la revolución del amor y de la bohemia libertaria,
arriesgando el pellejo. mis respeto debo a todos los grandes poetas como serrat,
silvio, pablo milanés, paco ibañez, lluis llach. a todos. todos lo que
existieron desde dylan en sus comienzos hasta josé larralde, pasando por sabina
y rubén blades hasta llegar a los tigres del norte o donovan. los respeto a
todos y siento el mensaje, pero no me basta. muchos de sus poemas son
magníficos tanto musical como intelectualmente hablando, han hecho meya en el
consiente colectivo alojándose en el más entrañable cancionero popular, eso
puedo advertirlo al darme cuenta de que a esta altura del partido muchas de sus
canciones son verdaderos himnos de la libertad, clásicas, imperecederas e
inspiradísimas baladas o ritmos de country blues o del folklore que hablan del
poder arrollador del amor venciendo a todo lo que se le interponga minando su
ardua carrera infinita a la quimérica meta de lograr hacer entender, al que
quiera oír, que la integridad total del hombre con el hombre y viceversa, la
utópica premisa natural y legítimamente humana de ser libres, amando y viviendo
dejando vivir, no era imposible en aquella época de opresión y descubrimiento
de la voz como pueblo, y que ni aún hoy lo es. y por eso mismo no los ignoro,
porque no importa como sea transmitido el mensaje, lo importante es que la
gente lo oiga y lo sienta. por eso te pido que no me malinterpretes, porque los
respeto y mucho. pero no puedo evitar que me guste más recibir el mensaje a los
gritos. lo asimilo de mejor manera. sobre todo, y suelo comprenderlo mejor
también, si me suena en estéreo y con el volumen a 20, en lo posible, cuando
voy cruzando cabizbajo a modo crucero y como un autómata el ancho paso de cebra
del centro que me conduce a la zona increíble donde NADIE me conoce ni yo conozco a NADIE, como lo hago todos los putos
días de lunes a sábado a las 9 de la mañana y silbando bajito. ¿no me
reconocés? soy el que esquiva más amablemente rápido a los captadores de
Greenpeace.
20 de septiembre de 2012
Así es como se preparan los boludos envueltos.
Tómese un esclavo
asalariado sexualmente inepto, una mujer insatisfecha con su teléfono móvil y
dos pequeños adictos a la T.V. y a los videojuegos. Hágase un buen encurtido
con ellos agregándoles una genocida pizca de descarnada globalización,
acompañándola seguidamente con unos cuantos golpes de moralina cristiana
diluida para después envasarlos herméticamente, al vacío en lo posible, en un
departamento de 4 habitaciones a pagar en plazos variables según el Euríbor, para
así, de esta manera, vayan tomando y conservando su tan característico sabor mezcla de looser desabrido
antiterrorista y barbacoa marca blanca del DIA. Cocínelos a fuego lento en una olla de
pucheros después de haber pasado un prudencial tiempo macerándose la carne con
el medio, en lo posible colgados boca abajo, para que toda la mala sangre se les
aloje en las paredes cavernosas de sus cabezas. O sino al baño maría, el cual
recomendamos, por unos 15 o 20 años en
su mismo jugo... bien apretaditos y adobaditos mientras bulle el agua pesada
que los cuece suculentos, saliva con saliva, con una ramita de romero alojada
en sus respectivos ojetes para darle un toque mediterráneo al mejunje. Y voilá,
mon amie. Suena el DING, todo se va
por la borda y listo el pollo. A comer se ha dicho. Recuerde servirlo en plato
ovalado, centrado y acompañado de patatas ranch
motherfucker después de haber sido
fileteado. O en plato cuadrado, también centrado, pero acompañado de un
revoltijo de setas invasoras que le rodee a modo de rescate económico. O
utilice su imaginación, no le cuesta nada.
Le deseo con
toda atención que le aproveche
Y que por el
culo lo eche.
Así es como
concluimos este espacio de útiles consejos gastronómicos.
Pero antes, un
chiste
Buenas tardes.
17 de septiembre de 2012
están tratando de matar a un hombre
son dos boludos los que se encuentran sentados frente a frente sumidos en una intensa charla ultimando la conquista del mundo.
el boludo Nº1 es el que habla
-...pOr eso Creo que eL meJor Día paRa que lO comEncemos todo pUede Ser eStE sÁbad...O, que estará la maquina de tics a punto para ser utilizada...- el boludo Nº2 escucha atentamente mientras dispone sobre la mesa enchapada de formica caoba un gramo de polvo de cronopio blanco del que extrae dos prolijamente peinadas clenchas -...debemos estar listos para cuando el dr. costro nos avise con el flash desde el templo sónico donde guardan el libro extremo. ¿conseguiste los trajes de amianto y las espátulas?-
- si, los tengo en el coche, tu talle 42 y mi talle 40...- el boludo Nº2 saca del bolsillo interno de su chaqueta un tubo de metal al cromo niquel que utiliza para mandarse la primera raya. lo hace con mucho desparpajo, succionando de un tirón el largo recorrido que se le estrella como una bala de plata en su corroido cartilago nasal. de un golpe levanta la cabeza para encontrarse con la vista descarnada de su interlocutor -....uuuuuuaaaaaiiiiiiiiaaaaaa...!!!! que buena está esta mandanga, papi. tu turno.- el boludo Nº1 rechaza la oferta sacudiendo la cabeza, antes del encuentro estuvo dandole que te pego a una piedra de crash que le dejó el cerebro un poco vidrioso, astillado, si le metía a la mandanga en cuestión de minutos estaría contando ovejitas con los dientes. Nº2 acotó- anoche estuve con el sordo cabron en el pub de Macca, me aseguró que todo está listo y mas que listo para dar el gran golpe, solo espera nuestra señal para mandar al ejercito de famas a tomar el ministerio de propaganda- dijo esto con un dedo en la nariz, hurgando algún trozo desmoronado de las paredes que se lleva a la boca -si que está buena esta farla...-
-bien-
-también lo ví a jodorowski-
-que dijo ese viejo cascado, que se trae esta vez?-
-quiere su parte del trato por adelantado, si no es en metalico lo quiere en hielos continentales. va muy decidido el cabrito borrachin con sus amenazas y sus gorilas. hay que ponerle los puntos-
-si, ya le avisaré a gonzo que le dé una visita a ese conspirador, a ese viejo culo roto. este sábado daremos el golpe sin falta. este sabado.-
-este sabado el mundo será nuestro. festejemos.-
-ponelo fuerte, willy....!!!!!- el boludo nº1 sube el volumen del aparato reproductor a tope, una guitarra filosa estremece con su sonido las paredes cochambrosas de la habitación, el que canta lo hace a los gritos, relatando un encuentro cercano con el diablo, al que primero niega pero al pensarselo mejor le sigue la corriente.
-yeah, yeah, yeah, yeah, el mundo es nuestro willy...!!!-
8 de septiembre de 2012
no todo por la patria
"soldados,
el país está en estado de alerta roja. hay saqueos y protestas asolando las
calles de las principales ciudades, a estas alturas, ya tomadas por los
insurrectos que no quieren replegarse bajo ningún concepto, manteniéndose
unidos en continua lucha callejera contra las autoridades policiales que no dan
abasto. son miles los subversivos, no pueden contra ellos. el caos reina en la
capital en estos momentos. allí, los rebeldes tomaron todos los edificios públicos
aún soportando los duros embistes de los antidisturbios en varias oportunidades.
no aflojan. tomaron la bolsa de valores y el congreso de los diputados, están
acampando en todas las plazas y los parques municipales. están desbocados. el
presidente ha declarado el estado de sitio por cadena nacional con el ministro
de defensa a su lado, lo cuál nos compromete a prescindir de gran parte de
nuestra tropa de tierra y aire en la misión de mantener el orden en nuestro
territorio. estamos combatiendo en todos los flancos, en todas las ciudades mas
importantes. son duros esos hijos de puta, pero caerán. eso se los aseguro.
caerán. pero lo peor nos acaba de suceder como unida nación: nos quieren
invadir desde el exterior. los traidores están al acecho en nuestras fronteras,
esperando el momento indicado para arrasarnos como un asesino rapaz lo hace en
plan de salto de ejecución, expectante por nuestro total agotamiento interno para
echarnos el zarpazo que nos hunda definitivamente. nos están observando y
quieren nuestra cabeza en un plato. nos quieren ocupar, invadirnos
sistemáticamente. hemos sido traicionados por nuestros aliados del norte, nos
dejaron sin el amparo que prometieron en los tratados bilaterales de alianzas
políticas. nos dejaron en bolas ante nuestra mierda. y ahora nos quieren
invadir aliándose con nuestros enemigos acérrimos. por eso, es que se me ha
encomendado la noble misión de reclutar a la más destacable estirpe de soldados
voluntarios de este país para defender nuestras fronteras. y les digo, ustedes
son de los mejores de su generación. ustedes son el futuro. son los brotes
verdes que esta fértil nación dio a nacer para que sean los duros árboles que
compongan las columnas donde se apoyará el futuro limpio y ordenado de esta
patria y su raza, carajo. estoy muy orgulloso de ustedes. son unos buenos
patriotas. unos buenos hijos. los amo” (el coronel Saunders acaricia la cara
del recluta adolescente que se encuentra algo nervioso frente suyo, le mira a
los ojos, un reprimido deseo en el gesto se le acaba por materializar en una
fina humedad que le carga los parpados, reprime un gemido de niña, continúa). “por
eso, queridos compatriotas, he de instarles a sacrificarse por la patria, a pelear
por ella. por nuestra integridad como nación independiente, por nuestra gente,
por nuestras familias y por nuestras instituciones, por nuestros próceres. y sobre
todo, por nuestro futuro como nación. todo por la patria, carajo. TODOS POR LA
PATRIA. bien, ahora deseo saber quienes de ustedes serán los postulantes que
formarán parte del frente contra ofensivo que se iniciará en el norte dentro de
dos días“ (en esa zona ocurren las mas destacables revueltas y los peores
ataques que se vienen llevando a cabo, es la zona donde está la ciudad capital,
donde más débil se traza la frontera ante la presión del enemigo, de donde
regresan los más pesados camiones frigoríficos que reparten los cuerpos de los
soldados caídos en combate hacia todos los puntos cardinales del país, es la
zona roja). ”quienes serán los hijos pródigos, los héroes de esta nación; los
puros, que voluntariamente sientan el llamado a defender a su puta patria del
acecho del enemigo exterior. que den un paso al frente, carajo. QUE DEN UN PASO
AL FRENTE...!!!” (el patio de entrenamientos se vació casi al llegar a los diez agónicos
segundos, que fue lo que duró el lapso de tiempo desde que el coronel Saunders
gritó la imperativa y hasta que se dió cuenta de que lo habían abandonado por
completo a su suerte; parpadea; se oye un estallido a lo lejos seguido de una
ráfaga de ametralladoras; después, el silencio; un rotundo silencio polvoriento
que le atasca la mirada hacia el edificio de techo color verde oliva y paredes
repintadas de cal que puebla cercano su vista al arbolado y montañoso horizonte
que se le extiende delante; era este edificio una construcción prefabricada
alargada y tubular muy similar a un criadero de gallinas, situada a varios
metros de su solitaria estampa compungida por la desesperación; oye algunos
pájaros cantar cerca de aquel edificio donde descansaba la tropa, atraviesan el
cielo como flechas estos pequeños seres, como flechas que no se dirigen hacia
ninguna parte mas que al cielo rojo que habitan los minotauros y las serpientes
de cascabel; divisa largas columnas de humo negro que se elevan hasta lo más
alto, muy cercanas al cuartel; por primera vez en su vida tiene miedo; aparece
el teniente Waters con un mensaje para él en la mano, trae noticias, no son
buenas.)
4 de septiembre de 2012
Un comemierda con depresión post-vacacional
Hace un calor de morirse. Regreso
a casa tarde como siempre, pero esta vez de una manera pesada y cansina,
arrastrando los pies por la calzada de la vereda, despegándome la camisa del
cuerpo. Es increíble lo caliente y pesado que está el ambiente. Son las 10 de
la noche y todavía se mantienen las temperaturas altas casi a los mismos
valores del mediodía. Estoy roto. Vuelvo a casa. Camino unos 20 metros
esquivando los contenedores de basura del mercado aledaño, que apestosos de
olor a pescado insolado, minan el acceso a la puerta principal del edificio
donde vivo. De mi bolsillo saco el manojo de llaves, lo manoseo y toda mi atención se centra en uno de los
llaveros que lo abultan: un diminuto cortaúñas con la inscripción I LOVE
LANZAROTE. Respiro hondo. Estoy roto. Suspiro y cruzo la puerta. Me duelen la
cabeza, los brazos, las piernas, y por supuesto el culo. Trabajé muy duro. El
elevador está roto. De nuevo. El hall huele a un encerrado mezclado con colillas de cigarrillo nacional mojado que acentúan
mi desolada percepción acerca de aquella dificultosa situación en la que me
encontraba. Debo subir por la escalera hasta el cuarto piso, contando el
entresuelo son 5 los niveles. Peor no pude encarar aquel suplicio. Con resentimiento
y bronca, dedico una gruñida acompañada de un brusco insulto acerca de la
concha de la madre del pacomanolo que rompió el elevador esta vez. Como una
bolsa de huesos intento, de a poco, escalar peldaño por peldaño las empinadas
escalas de mármol reventado que enlozan la escalera comunitaria. Una vez dentro
de mi lata de sardinas, el 4to B, mi mujer, que toda estirada en el sofá
desvencijado de nuestro austero living se dejaba llevar por el inútil aire que
escupe nuestro ventilador de pie a su cara, me recibe como siempre lo hace: con
una amplia sonrisa de mil dientes y un amoroso beso de labio inflado, que creo,
fueron las mejores manifestaciones humanas que recibí en el transcurso del día.
Ella me gusta, lo sabe. Me desplomo sobre el sofá y le robo un poco de aquella
ventolera bochornosa que solo le entibiaba la cara. Suspiro de nuevo. Estoy
roto. Me cuenta sobre como le fue en el día pero yo estoy en otra. Estoy roto.
Me levanto como puedo, a duras penas. Elijo unos calzoncillos bóxer de algodón que
me calzaré después de darme la ducha reparadoramente helada que estaba
saboreando a flor de piel en mi cabeza mientras el autobús que me traía de
vuelta a casa se adentraba en el siniestro suburbio donde resido, a la que sin
remilgos me entrego por completo a su frescor. El agua no sale tan fría como yo
esperaba, y la presión de la ducha hace notar la racionalización de la misma
por parte del servicio sanitario municipal ante las escases. Al salir del cuarto de baño, despido a mi chica
hasta mañana después de apretar el botón que hace girar el plato que me calienta
con rayos ultravioletas algo de comer. Ella se levanta muy temprano todos los
días, siempre espera a que vuelva del trabajo para irse a dormir. Estoy solo.
Estoy roto. En la tele no pasan una mierda. Ding. El microondas anuncia que mi
desastrosa cena está medianamente al punto. Como siempre, saco una lata de
cerveza que muy hábilmente mi mujercita guardó para mi en el congelador, la
abro, y de solo escuchar el filoso ruido que hace mi dedo empujando la pestaña
que abre la lata, me entran unas ganas de mear psicológicas que no me contengo.
La birra estaba helada. Dios bendiga a esta mujer y a toda su descendencia. Me
mando a la boca como puedo los primeros bocados del masacote reseco y a medio
calentar que adorna mi plato. No lo puedo ni masticar. Lo desecho y me
concentro en la cerveza. El aire que tira el ventilador es caliente. Me rasco
las bolas y me huelo los sobacos. Hace minutos que salí de darme una ducha
fría, mejor dicho, tirando a tibia, y ya mi cuerpo destilaba algo de sudor que
olía semejante al de un bebé, pero cagado. Estoy roto. Al acabarme la birra me
entran ganas de mear en serio, y un poco de cagar. Me siento en la taza del
váter, meo copiosamente, agarro un ejemplar de la revista dominical de El País de
hace 5 semanas y me pongo a ojearlo deteniéndome en los pies de pagina de las
fotos que lo adornan. Se me escapa un pedo húmedo. Dos. Comprimo un poco el
vientre, solo un poco, y de un tirón descargo toda la artillería que latía en
mis tripas. Huele muy mal todo aquello. Hay una entrevista que parece muy
interesante a Vargas Llosa y un artículo encabezado con una enorme foto de un
amanecer en la isla de Lanzarote. Vargas Llosa habla solo mierda. Lanzarote.
Hace una semana estaba en Lanzarote. Aprieto una vez más el músculo del abdomen
explotando una nueva tanda tan sonora y viciada como la anterior, que cae
pesadamente desde mi irritado colon al agua del retrete. Estoy roto. Hace una semana estaba en
Lanzarote de vacaciones. La pasamos muy bien mi mujer y yo. Me suda la frente,
me tiemblan levemente las rodillas, se me duermen las nalgas sentado ahí. La
menestra de verduras que comí al mediodía del menú que se ofrece a los
empleados en el comedor de personal de mi trabajo tuvo la culpa. La culpa la
tuve yo, mejor. Cada vez que como de la menestra de verduras que preparan en el
comedor de personal para el mediodía, en una u otra ocasión, durante la tarde,
tengo que poner una sirena para que se aparten de mi paso ligero hacia el baño
de la planta donde trabajo, como si estuviera persiguiendo algún malhechor en
las calles de San Francisco que está a punto de hacer estallar una bomba que
destruirá el centro de convenciones donde el presidente de la nación da un
discurso acerca de como encarará la crisis económica y expulsará a todos los
inmigrantes ilegales. O al revés, como si yo fuese el perseguido. Me mata la
mierda de comida que nos sirven a los empleados, todas fritangas o congelados.
Y encima te cobran por lo que comes. Tienen un morro que se lo pisan. El
trabajo de hoy fue extremadamente duro y comí de aquella menestra porque no
había nada mejor. Estoy roto. Me limpio el culo y tiro de la cadena. Vaya
peste. De pasada, arrastrándome hasta la cocina para limpiar el plato manchado
y sacudirle al mantel las migas,
enciendo el ordenador para ver que mierda pasa. Nada. Ante mi aburrimiento,
decido escribir todo esto que lees. Me siento un poco mejor, mas liviano, pero
igual bastante roto. Hace una semana estaba en Lanzarote. Lanzarote. Y ahora
como mierda.
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