12 de abril de 2012

Por la boca sueña el muerto


El mundo no es suficiente

 

  ¿Alguna vez soñaste que un gorila te persigue por los pasillos de un hospital?. Si, a VOS te lo pregunto. Un big fat motherfucker. Dos metros de altura. Cubierto de un largo, aterciopelado pelo plateado de sudor. Una enorme, gigante cabeza, sin cuello y agitada de vaporosa rabia, del mas  puro instinto animal, que escupía furia salvaje desde los colmillos inyectados en sangre, acechándome por entre los pasillos de un hospital vacío.
            
          ¿DONDE MIERDA ESTABA TODO EL MUNDO?

   Ni enfermeras ni enfermos, ni personal de limpieza ni de seguridad. Completamente vacío. Solo yo y el inmenso animal persiguiéndome. Pero eso si... intento saber el por qué, yo aparezco en el sueño con mis viejas Polaroid puestas... Debe haber alguna  explicación sensata a semejante mensaje onírico que manda mi subconsciencia, ¿no? Es sabido que a veces este tipo de sueños suelen ser premonitorios. Que tu mismísimo SER, por medio del subconsciente, y a través de un sueño, ejerce de pitonisa advirtiéndote sobre algo que vendrá. Quizás que tenga que ver con vos, o con los que te rodean, o hasta con la humanidad misma.  Una especie de mensaje codificado en el universo surreal de la psiquis en reposo obligándote a viajar a un mundo paralelo, cinematográfico a veces, de miles de efectos especiales y guiones imposibles, que tal vez signifiquen algo si puedes interpretarlos. O tal vez no. Tal vez sea por que la noche anterior comiste demasiado de la fabada de la vieja para la cena, y lo remataste con un café cargado con unas gotitas de ginebra Bols. Nunca se podrá saber.

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